No parece que haya manera de reconducir la situación en Denver. Ni siquiera el intento de Nuggets por recuperar a su jugador, Andre Miller y mejorar las relaciones con él, ha servido de algo. El equipo lleva tiempo intentando traspasar al base desde que fue apartado de la plantilla por un grave incidente con su entrenador, Brian Shaw.
Ahora, Denver quiere aproximar las posiciones y que Andre Miller vuelva a jugar, ya que con la lesión de Nate Robinson, necesitan de un base suplente de garantías, y todos sabemos que Miller lo es. Denver es el que quiere acercar posturas, que no Shaw, que no quiere verle ni en pintura, en una relación de rechazo que es totalmente recíproca.
Fuentes cercanas al jugador dicen que Andre Miller ha manifestado su deseo de no vestir más la camiseta de los Nuggets. La relación es irrecuperable. No piensa volver a jugar ni un solo segundo en Denver, y así lo habría manifestado a los dirigentes del club.
Andre Miller no ha jugado un solo partido en el año en curso. Lleva un mes y medio sin vestirse de corto. Su última presencia en cancha se remonta al 23 de diciembre ante Golden State Warriors. El 1 de enero se montó el lío: partido de Año Nuevo que enfrentaba a Denver contra Philadelphia. Shaw dejó en el banquillo a Miller y no le sacó ni un solo segundo. Era la primera vez que Miller no jugaba un partido estando sano, la primera vez en sus 15 años en la NBA, la primera vez en 1.156 partidos. Y el veterano base de 37 años la montó en la banda. Auténtica bronca, según los testigos, entre jugador y entrenador, que no llegaron a las manos por muy poco. Fue sancionado con 2 partidos por parte del club debido a su conducta, pero desde entonces no ha vuelto a jugar.
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